La
película arranca con una escena poderosa, una introducción perfecta para
engancharte. Después hay otra par de grandes escenas. Pero todo lo demás parece
querer vivir de las rentas de esas pocas escenas.
Dicen
que es una película de superhéroes. Es verdad que Thelma tiene un súper-poder, pero a mí se me hace imposible ver
una peli de superhéroes ahí. En todo caso una supervillana. O más bien el
superhombre, pero no en plan cómic, sino el superhombre de Nietzsche. La
voluntad de poder.
No
veo al superhéroe. Veo una metáfora del espanto que puede producir esa voluntad
de poder. Thelma tiene muchos
paralelismos con la vida de Nietzsche (la voluntad de poder, el
rigorismo religioso de su educación, muerte del hermano pequeño, muerte del
padre, sus convulsiones…). Pero tampoco creas que esto es un análisis profundo.
Joachim Trier deja caer cosas aquí y allá sin mucho sentido para que tú
hagas lo que quieras con ellas. Introduce elementos porque sí, quita otros, la
narración transcurre caprichosa, acaba porque hay que hacerlo en algún punto…
Que
quieres que sea de superhéroes, pues vale, pero no habrá acción. Qué quieres
que sea metafórica, pues vale, pero no busques profundidad. Que quieres que sea
un drama, pues vale, pero tampoco tendrá mucho sentido. Que es una chica
perversa descubriéndose a sí misma, pues vale, ¿y qué?
Sospecho
que Trier sí sabía lo que quería contar, pero no ha sabido transmitirlo. No pasa nada. No todo el mundo puede ser Haneke.
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