-He
matado a una persona ergo soy una asesina. No sé qué significa ergo, pero
quedaba bien.
La
serie tiene un montón de problemas. La trama principal no tiene la fuerza
suficiente. La villana no tiene carisma. En realidad ni siquiera hay un villano.
Las tramas secundarias repiten la primera temporada o apenas conectan con la
trama principal. Lo siento por Carrie-Ann Moss pero sobra su historia
por entero. Tiene una intención feminista, obviamente, pero esos giros de
culebrón puro y duro parecen más de maruja que de feminista. Y creo que eso es
lo peor que le puedes decir a Jessica
Jones. Espantoso el flashback
de los 18 años. Qué horror de trama. Imposible creerse a Krysten Ritter
y Rachael Taylor tan jovencitas. Pero esto lo perdono porque acaba con
el plano secuencia de Sed de mal.
Su tono de cine negro, muy logrado en los 6 primeros capítulos, se diluye hacia
el mero relleno y estiramiento. A partir del 7 ya lo sabes todo y la serie pega
un bajón tremendo.
Netflix fue muy hábil al entregar a los críticos sólamente los 5 primeros episodios por adelantado. Seguro que eran conscientes del desastre que venía después.
Netflix fue muy hábil al entregar a los críticos sólamente los 5 primeros episodios por adelantado. Seguro que eran conscientes del desastre que venía después.
Así
que una decepción muy notable. Falta fluidez, tensión, energía.
Tiene
algunas cosas buenas: no existe otra película o serie en el mundo que incite tanto
a beber whisky. Hace falta una destilería entera para abastecer a esta chica.
También me dan ganas de patear puertas. Y de decir tacos. Y de saltar tapias de
5 metros de altura. Si pudiera. Y de matar a la madre de Trish.
Me
encantó Zumbador y la escena de El poder
del pensamiento positivo.
Pero
más allá de detalles aislados, el conjunto es un chasco.
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