Hacía mucho que Shyamalan
no era tan Shyamalan. Al igual que el personaje de su película es como
si hubiese estado suplantado por dos o tres personalidades distintas durante
estos últimos años. Finalmente ha regresado con esos planos que a mí me encantan:
esos ángulos y esos movimientos de cámara tan apropiados.
Es una buena peli de
terror. Mucho mejor que cualquiera de las que se estrenan habitualmente.
Un tipo con 23
personalidades distintas secuestra a tres chicas pues las va a necesitar para cuando
emerja la personalidad 24: La Bestia.
Suspense muy logrado,
giros no excesivamente llamativos pero sí apropiados y dos interpretaciones de
nota. James MacAvoy está descomunal. Enorme. Y le da la réplica una Anya
Taylor-Joy de modo competente.
Comete el error de
siempre en Hollywood: alargarse con el final, volviéndose repetitivo sin añadir
contenido.
Pese a todo es una
buena peli. Y ese plano final, esa última frase, enmarca de maravilla Múltiple dentro del universo de El protegido. Un gran acierto lleno
de sugerencias.
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