Sin fecha de aparición en España, sería muy
comprensible que esta película no se estrenase por estos lares. 2016, entre
otras cosas, estará marcado por ser el año en que que Nicolas Winding Refn
perdió (definitivamente) la chaveta y se lo dijeron claro en Cannes.
Winding Refn siempre querrá ser David
Lynch aunque sus dotes nunca sobrepasarán las de de Michael Bay. En Drive tocó techo.
The Neon Demon pretende ser una crítica al mundo de la
moda. Un descenso al infierno demente de los cuerpos anoréxicos vendidos como
elegancia. Eso pretende. En realidad es una película muy machista, misógina, a
veces incluso hasta puntos aberrantes.
Es una percepción de la feminidad puramente
como objeto. Todas las mujeres (todas) que aparecen en la peli piensan en una
sola cosa: su cuerpo. Y no hay nada más.
Y Winding Refn, por mucho esteticismo
extremo que busque, no logra que la película nos interese, nos conmueva, que
empaticemos con alguien, que haya una psicología detrás de los personajes. Al
fin y al cabo las cosas no tienen psicología, ¿no?
Aburrida, lenta, sin nada que contar salvo
la obviedad.
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