-Ya verás cómo corren las lágrimas.
Kate y Geoff se preparan para celebrar el 45
aniversario de su boda. Llega una carta. En un glaciar suizo han encontrado el
cadáver de una mujer a la que Geoff conoció hace más de 50 años.
Y comienzan a brotar sentimientos y
confidencias que nunca se habían dicho. La sombra de Katya amenaza con destruir
45 años de matrimonio. Pobrecillos, tan burgueses como sólo pueden serlo los
progres.
Excesivamente literaria para mi gusto. Pero
la ventaja es que, esa clase de diálogos exigen buenos actores capaces de
darles forma. Charlotte Rampling y Tom Courtenay están
espléndidos.
Me gusta esa escena del desván, cuando ella
se dispone a subir las escaleras y el perro ladra, como si le advirtiera de lo
mismo que piensa el espectador: no remuevas el pasado.
Una película sobre la necesidad de comenzar
de cero. Mañana será otro día y reiniciaremos la vida, encontraremos un
objetivo.
Pero las dudas…
-Es extraño cómo olvidamos las cosas que nos
hacen felices.
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