Arrash Sayyad, ascendido a detective de
homicidios, desciende de iraníes. Investiga un asesinato que, al principio,
parecía un suicidio.
Stefan Kowolski trabaja en delitos fiscales
y está infiltrado en una farmacéutica. Es de origen polaco y vive en un piso
desastroso con otros amigos polacos.
Ambos se dan cuenta de que están investigando
lo mismo y a ambos les expulsan del caso. Estupendo, porque ahora pueden hacer
las cosas como les dé la gana.
Tres primeros capítulos para un caso. Dos
capítulos para otro. Otros dos para otro más.
Aunque comienza realista, pronto busca el
tono de las buddy movies, con toques de humor, alguna escena de acción loca,
trama convencional, casualidades y todo muy mascado.
Pero esta pareja tiene mucho encanto. Son
dos personajes muy buenos. Que Kowolski ponga los ojos en la hermana de Sayyad añade
picante a la relación de rivalidad y amistad.
Un producto de la BBC tan sencillo como
entretenido.
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