-Dashwood.
Una vez llegada a su quinta y última
temporada, Person of Interest
tenía un gran reto: finalizar bien. Y no era fácil con una serie así.
Lo que más me ha asombrado de esta serie es
que, cualquier otra en su lugar, habría gastado una pasta indecente en
presupuesto. Efectos digitales, escenas de acción explosivas, tecnología por
todas partes… Pero no. Los responsables optaron por algo bien distinto:
construir unos personajes formidables, darles vida, hacerles creíbles,
cargarles de un pasado, de culpa, de remordimientos, de arrepentimiento y hacer
que cada uno de ellos reaccionara de forma diferente.
Qué grandes los capítulos de las
simulaciones a Sameen, el capítulo de Root (sí, ese), el del nuevo despertar de
la Máquina, la existencia de otros equipos que trabajan en paralelo…
Así que logran cerrarlo de forma ejemplar.
El grandullón, el hombre del traje,
estaba ahí para eso.
Duele despedir a una serie que te ha
gustado. Pero si la serie cierra bien es un punto más a su favor. Y Carrie
Preston de regalo en un último capítulo cargado de importancia sobre la
muerte y el sentido que pueda tener una vida efímera.
-El momento de mayor importancia, el momento
en que descubres quiénes eran de verdad, casi siempre es el último.
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