-¿Alguien sabía que venías?
-Lo sabrán pronto.
Años 50. Dungatar, un pueblo miserable de
Australia. Tilly abandonó el pueblo a los 10 años, odiada por todos, acusada de
matar a otro niño. Ahora regresa dispuesta a vengarse y aclarar las cosas.
Una excentricidad a veces maravillosa y a
veces pesadita, poblada de personajes absurdos (el sargento de policía
travesti, el jorobado que no puede frenar una vez que echa a andar, el tonto
del pueblo que conoce la verdad, el alcalde vanidoso, la dependienta de la
tienda…)
Hay escenas muy divertidas: todas esas lugareñas vestidas lujosamente, la escena Gilda
durante el rugby, Judy Davis criticando en el cine a voz en grito El crepúsculo de los dioses. Los
géneros se mezclan de modo surrealista: comedia, drama, venganza, romance, casi
western, casi cine negro con su mujer fatal, tragedia…
Y la sucesión de tragedias encadenadas
obliga a tomárselas con humor. Una extravagancia no apta para todos los
paladares, pero diferente y con giros verdaderamente inesperados. Nada de lo
que ocurre es previsible.
Enorme Kate Winslet y enormísima Judy
Davis.
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