Una de indios y vaqueros. Sólo que dirige Iñárritu
y, por tanto, deja de ser una más.
Un grupo de cazadores es atacado por los
indios. Perdidos en los bosques del Missouri, emprenden una fuga hacia el
fuerte más cercano. Las cosas se complican.
Una planificación soberbia y escenas de
aúpa: atento a los brutales 5 minutos del ataque del oso.
Una aventura potente e intensa. Nunca pensé
que Iñárritu se adentraría en este territorio, en este género, pero
consigue un resultado excepcional. Una historia de supervivencia y venganza en
la que DiCaprio pasa por todo tipo de penalidades. Eso sí que es
sobrevivir a un montón de muertes seguras.
No sobra ni uno de los 160 minutos,
necesarios para que el frío te cale los huesos y para que el drama crezca en
fuerza.
-La venganza está en las manos de Dios.
O de Powaka.
No hay comentarios:
Publicar un comentario