5/12/15

El puente de los espías

Criticamos a Spielberg (legítimamente, creo) porque fue un artista y se convirtió en un artesano. Redujo las ideas brillantes a lo mecánico. Lo que funciona. Claro que, de cualquier otro artesano con ese talento, diríamos que es un director comercial con posibilidades de hacer una obra maestra.
Primera escena de la película, por ejemplo. Un hombre, su reflejo en el espejo, su rostro en un cuadro. Un modo excelente de mostrar el juego de los espías. Un rostro auténtico, uno reflejado, otro interpretado. ¿Qué verdad es más real, más auténtica? ¿Ninguna o sólo una o dos o las tres?
Película convencional, a veces aburrida, con destellos brillantes. Al igual que en Lincoln, se trata de un tema legal y Spielberg no siempre se maneja con soltura. Se deja embrollar por la parte que se presta al sentimentalismo patriótico y le falta verdadera garra para dotar de profundidad dramática a los personajes.
No está mal pero 140 minutos son demasiados.
-No parece preocupado.
-¿Eso ayudaría?

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