Debieron darse cuenta de que recientemente
ya se había estrenado una peli que se titulaba El protector y decidieron dejar el título inglés.
Cambias Jason Statham por Denzel
Washington y ya está. Hombre, el cambio es bueno a priori. Luego se convierte en otra fantasmada de campeonato, con
un tío que viene a ser una especie de Batman sin atrezzo capaz de cargarse él solito a toda la mafia rusa.
Robert dejó de ser de la CIA, prometió no
volver a las andadas y se buscó un trabajillo. Pero una niña prostituta rusa le
toca el corazoncito y Robert decide hacer una excepción. Que la lía, vamos.
Fuqua convierte a esta
bestia parda en un ávido lector, como si así la peli aumentase en prestigio
intelectual. Pero después de ver cómo el prota hunde el canto de los libros en
la garganta de los malotes, parece que opta por lo clásico: la inteligencia
está sobrevalorada. Donde haya unos buenos mamporros...
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