No he leído el libro. Debo estar entre la
media docena de personas que no lo han hecho. Soy un impresentable, lo sé.
Pero me apunté al carro de la serie.
Sira Quiroga.
Aris Agoriuq.
Lo que peor llevé fue eso. Que el MI6
británico, para encubrir el nombre de su espía, decida, simplemente, escribirlo
al revés. Cada vez que lo oía, me daba dentera. Antes sería preferible Cobra o
Schwarzenegger.
Y luego está, claro, esa duración
desproporcionada de las series españolas que impide cualquier sentido del
ritmo. Ejemplo: el intercambio final, la agente por el microfilm. Carente de
cualquier drama o tensión. Mecánico, sin imaginación alguna a la hora de
planificar. Porque hay que alargar la cosa durante hora y media.
Reconozco que me salté muchos fragmentos
(telas, cotilleos y costureos) pero sí seguí la trama de espionaje. Muy bien la
producción, la ambientación de época. Marruecos, España, Portugal... También me
gustó la inclusión de personajes históricos reales.
Como siempre: para ser española no está mal.
Pero sigue faltando bastante para dar la talla.
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