24/6/12

Cine y series. Sobre "Juego de Tronos: Blackwater"

Me gusta el cine y me gustan las series. No entiendo a los fundamentalistas de las series: el nuevo cine, mejor que el cine, el futuro del cine, el cine está en casa.
Creo, sinceramente, que esos fanáticos deberían ver más cine. De ese modo, su valoración crítica sería más justa, cabal, racional y, sobre todo, objetiva.
En el ejercicio de mi libertad me he puesto a pensar. No te preocupes. No será habitual. Y llego a la conclusión de que, aunque las ideas pueden suplir al dinero, el dinero sí importa si necesitas mucho dinero. Y, en eso, las series tienen un problema.
Juego de Tronos necesitaría 10 veces más dinero para resultar decente. Que la gente le perdone los fallos porque no tiene dinero, es injusto. Para el cine y para otras series. Por eso abandoné Juego de Tronos. Decidí ver el tan cacareadamente espléndido episodio de Blackwater porque todos los blogs de series se deshacían en elogios. Y, al acabar de verlo, me pregunté si me habría descargado un capítulo equivocado. Blancanieves y la leyenda del cazador, sin ser un peliculón, le da media docena de lecciones. Dicen: no se ha visto nada igual en televisión. Pues vale. Vete a verlo al cine. Allí sí se ve.
No se puede sacar pecho en plan campeón, pretender competir de igual a igual con el cine y, cuando no puedes hacerlo, pedir que tu mediocridad sea perdonada. Lo siento. Haz una sitcom con buenas ideas. Pero yo veo cine y veo series. No voy a quedarme en la caverna de Platón, mirando sombras, cuando puedo ver las sombras, los colores, las figuras y todo lo demás. Pero, por encima de todo, no diré que las sombras son colores.
Una comparación con el fútbol (y esto sí que no será habitual). La jugada no acabó en gol aunque era un tiro a puerta vacía, pero no pasa nada porque eran jugadores de tercera. Pues, tío, vete a ver fútbol de primera.
Por cierto. Escribo esto porque me ha cabreado un poquito el tono dogmático general acerca de Blackwater. La imposibilidad de disentir o estar en contra. O de ponerle peros. Pues lo siento. Yo discrepo y me enfurruño y me tomo una cerveza a la mala salud de Juego de Tronos.

2 comentarios:

Emilio Luna dijo...

Más de acuerdo imposible. Eso sí debemos ser de los pocos que defiendan esta postura.

Un saludo.

Individuo Kane dijo...

Jo. ¿En serio?
Somos tú y yo.
No he encontrado a nadie más.
Cuando claven nuestras cabezas en una pica no estaré solo.
Me das un alegrón.