14/3/12

Gravedad cero

Así es como tradujeron Defiying Gravity y es otra de esas series de ciencia ficción que se acaban en la primera temporada y que a mí no me habría importado que durase más.
Ya sabes que la cosa romántica y yo no acabamos de casar muy bien. Por eso, todas esas tramas de amoríos en flashback de 5 años antes, me parecen superfluas. Pero hay subtramas fuertes y sugerentes: la chica que aborta para poder ser astronauta y luego oye un llanto de bebé en la nave, el que ordena bombardear un colegio y después tiene alucinaciones de una niña aplastada por cascotes, el abandono de dos colegas en Marte que se aparecen... Los personajes no son clichés. A mí me parecían mucho más originales que los de Battlestar Galactica, más humanos, menos excéntricos.
8 astronautas embarcados durante 6 años. Preparados para cumplir una misión. Que resulta ser otra porque llevan de polizón a Beta, un ser inteligente, orgánico, fractal, de materiales desconocidos.
El día a día en la nave no me resultaba aburrido. Había tensión en su interacción. Y un último capítulo muy logrado, ese paseo de 230 metros que, en la superficie de Venus, se convertía en algo abrasador, agónico y descomunal en busca de redención.

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