6/7/11

Cars 2

Los que pensábamos que los de Pixar eran magos, hechiceros, entidades supremamente inteligentes procedentes de otro planeta, respiramos aliviados al comprobar, con Cars, que no, que cometían errores y eran humanos.
Y, como el hombre es la única criatura que tropieza dos veces con la misma piedra, aquí está Cars 2.
¿Por qué? Porque Cars es una máquina vendiendo productos de merchandising. A los niños les encanta Rayo McQueen, Tom Mate (desde ahora Sir Tom Mate), Sally y todos esos cochecitos y cochecitas. Y se venden como churros.
Pero eso no quita para que Rayo McQueen sea también Rollo McQueen.
Dicho lo anterior, sin negar que Cars o Cars 2 sean un bajón en Pixar, siguen siendo un subidón para cualquier otro. Técnicamente fabulosos y con ocurrencias originales. ¿Cómo dibujo una japonesa con kimono en modelo coche? Voilà. ¿Y cómo dibujo una mamma italiana en modelo coche? Voilà. ¿Y a la reina de Inglaterra? Voilà. Los circuitos son una delicia y el prólogo a lo James Bond está muy bien.
Pero las ocurrencias no son la película.
Rollo McQueen. Sólo para peques.
Y para eso ya está Disney. No Pixar.

No hay comentarios: