Hace
años, cuando empecé este blog, me planteé realizar otro, dedicado
exclusivamente a la ciencia-ficción, con entradas algo más extensas y serias
(hasta donde eso es posible). Pero soy perezoso y, por eso, me quedé con este
blog de entradas cortas. Al otro iba a titularlo elgranerodeloskent. El granero de los Kent, ese espacio por el que
pasaban Martha y Jonathan Kent, Lana Lang, Lois Lane, Lex Luthor, Supergirl,
los Fantasmas de la Zona, Alicia, Lionel Luthor, Pete Ross, Zod...
Pero
el granero de los Kent es mucho más. Es el lugar donde Kal-El aprendía a ser
Clark Kent y donde Clark Kent aprendía a ser Superman, a ser hombre y
héroe. El granero de los Kent era también una mirada a las estrellas, el lugar
para los romances, las traiciones, la cooperación, la competición, el
conocimiento del mundo y de uno mismo.
Pudimos
ver, de nuevo, a Christopher Reeve y
a Margot Kidder, grandes peleas y no menos grandes amistades, a hombres y mujeres desesperados por saber qué hacer con
esto a lo que llamamos vida.
Hoy
termina Smallville con un capítulo especial de dos horas. 10 temporadas. Se dice pronto. La serie sci-fi que
más ha durado en la televisión. Creo que Superman se adapta mejor a ese
formato que al cine: historias cortas, muchos personajes, aventuras variadas...
Como en un cómic. En fin, el mundo seguirá dando vueltas. Pero no sería lo
mismo sin el Hombre de Acero.
Mi capítulo favorito: 6x11. Justicia. Superman, Flecha Verde, Cyborg, Aquaman y Flash Gordon se unen para destruir un laboratorio de la Luthor Corporation y dan inicio a la Liga de Justicia. Y también Chloe, por supuesto, desde La Atalaya.
Qué chica más maja Chloe Sullivan. Admito que es difícil escoger entre Lois Lane y Chloe Sullivan. Pero nunca entendí por qué Clark estaba con la petarda de Lana Lang y no con Chloe.
En serio. Lana Lang sólo fue una cara bonita. Superficial y egoísta. Hasta sus buenas obras las hacía para que la viesen. Clark Kent salvándola una y otra y otra vez. Siempre a su lado cuando le necesitaba. Y ella dando la tabarra con que tienes que ser sincero conmigo. Luego se fue con Lex Luthor, el mayor mentiroso del mundo. Si hubiese muerto con sus padres en la primera lluvia de meteoritos nos habría ahorrado muchos disgustos.
Descubrir la verdadera identidad de la Reina Roja fue uno de esos momentos que, sencillamente, justifican por qué vemos series.