1/2/09

La duda

Mi primera duda fue si La duda era, meramente, un complejo ejercicio pirotécnico de ambigüedad o, si realmente, había algo serio detrás.
El guión es sólido y tramposillo. Es decir: una trampa elaborada minuciosamente. Está fabricado con un montón de frases inacabadas, diálogos a medias, ambigüedades. Todo ello es necesario para conseguir lo que se pretende: demostrarnos que la vida es así.
Eso de ir por ahí juzgando a los demás con una, dos, tres palabras, es una temeridad. La vida de la gente es mucho más rica, mucho más compleja. Sus intenciones, muchas veces, indescifrables. Lo que en el fondo piensan... En fin, vete tú a saber cuáles son las motivaciones más profundas de cada persona.
Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis. Los cuatro están nominados al Oscar. Creo que con razón. La duda es quién o quiénes se lo llevarán. Voto por Amy Adams, aunque sólo sea por reparar lo que dije de ella y de sus papeles de tonta. Dar forma, esculpir y dejar en pie todo ese monumento ambiguo levantado sobre el pilar de la murmuración es una tarea que no está al alcance de cualquiera.
La duda es si en Hollywood aún queda inteligencia para captar la sutilidad o harán una nueva concesión a los clichés de Yo soy Harvey Milk, Frost contra Nixon y compañía similar.

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