11/8/07

Por qué no me gustan “Los Simpson”

1. Puestos a escoger entre animación bien dibujada o mal dibujada, prefiero, con mucho, la bien dibujada. Los Simpson no están bien dibujados.
2. Desconfío del humor inteligente cuando lo entiende todo el mundo. Estuve recientemente en el Museo de El Prado para ver El descendimiento de Van der Weyden, La Anunciación de Fra Angelico y El jardín de las delicias de El Bosco. Son cuadros que hay que ver al natural. No se parecen en nada a las fotografías de los libros. No pude contemplarlos con calma porque había tanta gente en el museo como en una manifestación. Da miedo pensar que exista tanta gente repentinamente culta. Eso pasa con Los Simpson. Me atemoriza ver la cantidad de gente inteligente que hay en el planeta. Vamos, que no me lo creo. Entre otras cosas porque el humor inteligente que reía la gente en el cine era el que se refería a la famosa tetralogía caca-culo-pedo-pis.
3. En el fondo tienen de políticamente incorrectos mucho menos de lo que se piensa. El final es, en realidad, Disney. El imbécil de Homer vuelve en brazos de su amante esposa, se congracia con sus hijos, salva a la comunidad, encuentra satisfacción en el deber cumplido… Otra forma más de expresar lo bonito que es el individualismo estadounidense concebido como metáfora mesiánica: el sacrificio de un hombre por la comunidad. Me preocupa la gente que ve contenidos políticamente incorrectos donde no los hay.
Hasta aquí lo que no me gusta. Me quedé a ver los títulos de crédito finales porque, ya que había pagado la entrada y no me sentía satisfecho, compensaba aprovechar al máximo. Pues ahí, de pronto, empieza a sonar La Marsellesa acompañada de una letra demencial. Lo mejor de toda la película. Con atenciones como ésta no me extraña que Estados Unidos y Francia anden a la gresca.

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